26 de julio de 2017
| Por Equipo de Archivo de Prensa Obrera
A 65 años de
la muerte de Evita, ofrecemos la transcripción del discurso de Jorge
Altamira en la legislatura porteña del 26 de julio de 2002.
Sr. Altamira: Señor presidente: Creo que esta
Legislatura se ha perdido una oportunidad de oro. Esa oportunidad de oro
que se ha perdido es la de callarse la boca. Han perdido la oportunidad
de tener recato y de tener dignidad ellos mismos, limitándose a pedir
un minuto de silencio en homenaje a Eva Duarte, y nada más. Porque,
teniendo en cuenta el pedigreé que tienen los partidos políticos que
conforman la mayoría de esta Legislatura, es realmente muy violento
escuchar los homenajes a Eva Perón.
Una Legislatura cuyos partidos aprobaron la jubilación privada, no
puede hacer un homenaje a la abanderada del sistema jubilatorio estatal.
Una Legislatura que tiene cajoneado un proyecto del Partido Obrero
referente al salario mínimo de 600 pesos y que no dio quórum en
oportunidad de discutir un salario para los desocupados, no puede hacer
un homenaje a nadie; se tiene que callar la boca. Si cree que tiene que
hacer un homenaje, que pida un minuto de silencio, nos ponemos todos de
pie, y nada más.
¿Qué atropello no han perpetrado la Unión Cívica Radical y el
justicialismo contra cualquier reivindicación o conquista social de los
trabajadores entre 1945 y 1955? ¿Qué crimen no cometieron? Eva Perón
hablaba contra el imperialismo yanqui, mientras el ala "nacional y
popular" del gobierno, representada por el Presidente, recibe a cuatro
banqueros internacionales para que le dicten la política monetaria.
Disculpen mi lenguaje de la calle, pero las señoras y señores diputados
que han hablado no tienen cara. Que me disculpen; no tienen cara. Este
homenaje va a formar parte de la historia del escarnio. Ustedes han
colocado al país en una situación de dependencia colonial superior a la
que los conservadores lograron en oportunidad del Pacto Roca-Runciman.
El peronismo asciende con un rechazo nacional a esa década infame. Lo
que han hecho los sucesores del general Perón, de Eva Perón y de
Hipólito Yrigoyen es poner a la República Argentina en condiciones de
mayor dependencia y sometimiento nacional que las que existían después
del fraude de las elecciones del año ‘31 contra la Unión Cívica Radical
y, mucho después, también del gobierno peronista.
Es decir que había que callarse la boca. Se han perdido la oportunidad
de callarse la boca. Y esas son las oportunidades más caras. No puedo
aceptar ninguna clase de homenaje.
Probablemente sea yo aquí, de los presentes, el único que puede
recordar tres episodios vinculados con Eva Perón. Uno vinculado al
derrumbe del techo del conventillo en el que vivía, que determinó que
con mi padre fuéramos a ver a Eva Perón y que ella solucionara el
problema. El otro vinculado con una asamblea muy grande del sindicato
gráfico en el Teatro Monumental, que contó con la presencia de Eva Perón
y también con la de quien era secretario de Trabajo de esa época. Y,
finalmente, el episodio que más reivindico en mi vida, que fue haber
sido echado de la Escuela Superior de Comercio Hipólito Vieytes, el 20
de septiembre de 1955, veinticuatro horas después de la reanudación de
las clases, que estaban interrumpidas debido al golpe, porque llevaba la
efigie de Eva Perón en el saco; por eso las autoridades del colegio me
echaron.
Desde esa historia puedo también señalar que lo que realmente importa
como balance político es lo siguiente: el peronismo hizo
transformaciones extraordinarias en su primer período de gobierno. En
lugar de bajar el 13% a los jubilados, les dio el aguinaldo a los
empleados estatales. Reconoció a las comisiones internas de las
fábricas, en lugar de matar piqueteros en la estación Avellaneda.
Desarrolló el movimiento sindical.
Miren qué curioso, estoy muy satisfecho del sentido de la oportunidad
que tengo: declaró el máximo de 6 horas por insalubridad en el
subterráneo, algo que no puedo hacer que pase por la comisión
respectiva.
(Manifestaciones de algunos señores diputados.)
Sr. Altamira: Les hago una propuesta: si están por el
homenaje a Eva Perón, la semana que viene voten el proyecto de ley que
presenté en esta Legislatura y que está en la Comisión de Legislación
General, que vuelve a declarar el máximo de 6 horas de trabajo por
insalubridad para los trabajadores de los subterráneos. Vamos a ver si
después de decir todo lo que dijeron hoy aquí, se plantan del lado de
los trabajadores de subterráneos o del lado de Metrovías. Lo vamos a ver
la semana que viene. En sólo siete días vamos a poder ver desde dónde
hace cada uno los homenajes.
Pero, por extraordinarias que hayan sido las transformaciones del
gobierno peronista, y que motivaron que yo mismo me formara en el
peronismo, no fueron transformaciones revolucionarias. Todo lo
contrario. Fueron transformaciones dirigidas a apuntalar un aparato
estatal con el propósito de impedir transformaciones revolucionarias.
¿De dónde creen ustedes que viene esta burocratización y destrucción
del movimiento sindical, sino de la acción del gobierno peronista y de
Eva Perón, que persiguieron implacablemente las oposiciones de los
sindicatos y que destruyeron la democracia sindical e integraron los
sindicatos al Estado?
Para tener un Lorenzo Miguel o un Daer, que frente a una tasa de
desocupación del 22% no mueven un dedo, hubo que pasar por aquella
estatización de los sindicatos. En 1949, la Confederación General del
Trabajo le otorgó a l presidente de la República el poder último de
decisión en materia de actividad sindical. Es decir que fue, al mismo
tiempo, un proyecto profundamente conservador. Y el peronismo pagó caro
ese proyecto conservador, porque cuando una minoría del Ejército se
levantó el 16 de septiembre de 1955, ese aparato conservador maniató a
los trabajadores, a las fuerzas vivas que apoyaban al peronismo, y ese
partido entregó el poder a un golpe gorila, "libertador", proyanqui y
entreguista sin resistencia; sin ninguna resistencia.
Perón declaró en aquel momento que como no quería derramar sangre de
argentinos entregaba el gobierno. De esa manera entregó el poder a la
Revolución Libertadora.
Como conclusión, quiero decir que esas características extraordinarias
del peronismo son las que explican su derrumbe, al igual que el
radicalismo y que todo el nacionalismo latinoamericano de contenido
burgués.
Sr. Presidente (Busacca): Diputado Altamira, le solicita una interrupción el diputado Mercado. ¿Se la concede?
Sr. Altamira: Sí, señor presidente.
Sr. Presidente (Busacca): Para una interrupción, tiene la palabra el señor Mercado.
Sr. Mercado: Señor presidente: por su intermedio, le agradezco al diputado Altamira.
Estaba escuchando atentamente al diputado, como hago siempre. La verdad
es que no coincido con la mayoría de las cosas que expresó; pero esto
sería un tema para debatir en otro momento. En función del tiempo,
tampoco quiero entrar en el debate, pero no puedo dejar pasar lo que
expresó el diputado cuando dijo que Perón, sin resistencia, entregó su
gobierno democrático al golpe del ’55. No sé si el diputado recuerda las
muertes de la gente que espontáneamente llegó a Plaza de Mayo para
defender su gobierno. Creo que ésta debe haber sido la mayor masacre de
la vida política argentina.
Por lo tanto, señor presidente, el diputado tendría que reflexionar,
porque en la Plaza de Mayo no sólo quedó sangre de compañeros
peronistas, sino también hubo una masacre de chicos que sobre Paseo
Colón sufrieron la bomba de los asesinos del aire. Entonces, es mentira
que haya entregado el gobierno. El general Perón luego explicó su
estrategia: estaba sitiado por diferentes fuerzas.
Pero más allá de este debate puntual, no puedo permitir que se diga que el pueblo argentino no haya resistido el golpe del ’55.
Además, quiero destacar que hay muchos demócratas que han acompañado el
golpe y que luego se han transformado en políticos y han participado en
partidos políticos.
Sr. Presidente (Busacca): Continúa en el uso de la palabra el diputado Altamira.
Sr. Altamira: Señor presidente: me parece que las oportunidades perdidas se van acrecentando.
Quiero decir dos cosas acerca de las expresiones del diputado Mercado.
En primer término, es imposible no coincidir conmigo; es imposible no
coincidir con que en esta Legislatura están los partidos políticos que
han tomado medidas de gobierno que destruyeron las conquistas que en su
momento el gobierno peronista y Eva Perón aprobaron en beneficio de los
trabajadores. Es imposible no coincidir, porque se puede ver en los
hechos. Esto ya no es materia opinable: las jubilaciones privadas, la
destrucción de las jubilaciones, el aumento de la desocupación, las ART,
las AFJP. Todo esto representa la destrucción sistemática de los 10
años del movimiento obrero representados en el peronismo. Eso no se
puede discutir.
En segundo término, quiero decir que el diputado Mercado tiene una
confusión en las fechas. Habló del 16 de septiembre; pero estaba
haciendo alusión al 16 de junio, cuando desde Punta Indio salió la
Aviación Naval que bombardeó Plaza de Mayo. En ese bombardeo estaba mi
tío, que pertenecía a lo que hoy es el sindicato del diputado Santa
María.
Mi tío fue a la Plaza de Mayo; no fue organizado por el gobierno para
resistir el golpe gorila, sino que fue de pura bronca al sindicato de
Trabajadores de Rentas, que quedaba en la calle Anchorena, entre Charcas
y Mansilla. Como yo vivía entre Mansilla y Paraguay, tenía conexión
directa con el sindicato y con mi tío.
Sr. Presidente (Busacca): Señor diputado: le solicita una interrupción el diputado Cortina. ¿Se la concede?
Sr. Altamira: Sí, señor presidente.
Sr. Presidente (Enríquez): Para una interrupción, tiene la palabra el diputado Cortina.
Sr. Cortina: Señor presidente: no quiero hacer una clase de historia, pero es exacto lo que dijo el diputado Altamira.
Además, ya que estamos haciendo un homenaje a Evita, justamente, dentro
del gobierno peronista, debo decir que quien intentó la resistencia fue
Eva Perón, comprando las famosas pistolas en Europa, y justamente hubo
un gran debate en el gobierno peronista. Finalmente, fueron los sectores
militares los que hicieron que fueran devueltas esas pistolas, que iban
a ser entregadas a los sindicatos.
Sr. Presidente (Busacca): Continúa en uso de la palabra el diputado Altamira.
Sr. Altamira: Señor presidente: para sacar una
conclusión de conjunto, la razón principal por la que el gobierno
peronista no resistió el golpe libertador fue que, para resistirlo,
habría tenido que convocar a una movilización excepcional de los
trabajadores, y eso seguramente habría profundizado el proceso político,
habría destruido todos los privilegios y todas las oligarquías que aún
existían, y habría abierto un período de transformación social enorme en
América Latina.
Como representante del orden, Perón eligió irse en una cañonera, en
lugar de movilizar al pueblo y derrotar al golpe conservador con la
movilización del pueblo.
Sr. Campolongo: ¡Porque respetaba a las personas! ¡No
como ustedes, que mandan al sacrificio, y les interesa tres cominos!
¡Porque era un estadista! ¡Caraduras!
Sr. Presidente (Busacca): Diputado Campolongo: le solicito que haga silencio.
Continúa en uso de la palabra el diputado Altamira.
Sr. Altamira: El 16 de junio de 1955, mi padre me hizo
una reflexión, y quiero hacer referencia a ella en alusión a este
exabrupto del diputado Campolongo.
Sr. Campolongo: ¡Usted fue el primero que nos dijo que no teníamos cara! ¡El exabrupto fue suyo!
Sr. Presidente (Busacca): Pido silencio, por favor.
Sr. Altamira: Está bien: es un exabrupto. ¡Pero no
tienen cara! ¡Han perdido la oportunidad! ¡Han destruido el país! ¡Se
han entregado a Repsol, a Telefónica, a Telecom y al Citibank! ¿Y le
hacen un homenaje a Eva Perón? ¡Ya perdieron la oportunidad de callarse
la boca!
Sr. Rodríguez: ¡Callate vos! ¡¿Quién carajo te creés que sos?!
Sr. Presidente (Busacca): Silencio, por favor.
Sr. Campolongo: ¡Que se calle la boca! ¡Que tenga humildad! ¡Soberbio!
Sr. Presidente (Busacca): Diputado Campolongo: le solicito silencio.
Sr. Rodríguez: ¡Caradura!
Sr. Campolongo: ¡Agente de la CIA!
(Murmullos en la sala).
Sr. Presidente (Busacca): Diputado Rodríguez y
diputado Campolongo: les pido silencio, por favor. Diríjanse a la
Presidencia si desean hacer uso de la palabra.
Sr. Rodríguez: ¡Es un caradura! ¡Que respete!
Sr. Presidente (Busacca): Silencio, por favor.
Continúa en uso de la palabra el diputado Altamira.
Sr. Altamira: Señor presidente: quiero reiterar algo
que dije hace unos instantes. En 1946, el gobierno de Juan Perón y de
Eva Perón estableció la jornada laboral de seis horas para el
subterráneo. Si en lugar de insultar...
Sr. Rodríguez: ¡Pero si estamos trabajando para ellos...!
Sr. Presidente (Busacca): Diputado Rodríguez, por favor, silencio.
Sr. Rodríguez: ¡Pero no puede decir eso, si estamos
trabajando para ver si hay insalubridad o no! ¡Estamos a favor de los
trabajadores! Mal que te pese, Altamira, vos lo que querés es dirigir a
los sindicatos, y cagarte en todo!
Sr. Presidente (Busacca): Diputado Rodríguez: le pido por favor que no hable.
Sr. Rodríguez: ¿Qué quiere? ¿Qué acepte que me vengan a insultar gratuitamente?
Sr. Presidente (Busacca): Entonces, pida la palabra.
Diputado Altamira: le solicita una interrupción la diputada López de Castro. ¿Se la concede?
Sr. Altamira: Sí, se la concedo.
Sr. Presidente (Busacca): Para una interrupción, tiene la palabra la diputada López de Castro.
Sra. López de Castro: Señor presidente: cuando
comenzamos esta sesión, yo observé que no había quórum, y desde la
Presidencia se me informó que sí lo teníamos, porque estábamos
rigiéndonos por el nuevo Reglamento, que usted tiene la suerte de tener.
Yo todavía no lo he recibido, y creo que muchos de mis pares ni
siquiera lo han visto.
Por lo tanto, le solicito que, si el Reglamento nuevo estuvo en
vigencia para comenzar la sesión con menos de treinta y un diputados,
debe respetarse en todo, y no sólo parcialmente. Por este motivo, le
solicito que haga cumplir los plazos que cada uno tiene para poder
expresarse.
Sr. Presidente (Busacca): Diputada López de Castro:
esta Presidencia le informa que la sesión se inició con la presencia de
32 diputados y que, en este momento, tenemos quórum para seguir
debatiendo. Además, las Presidencias que se ocuparon de esta sesión lo
hicieron conforme al Reglamento.
Continúa en el uso de la palabra el diputado Altamira.
Diputado Altamira: le voy a pedir que redondee la idea, por favor.
Sr. Altamira: Señor presidente: ¿cómo me va a pedir
que redondee la idea? Aquí me han realizado una cantidad de insultos, no
frente a mí sino desde las bancas, y usted se ha mantenido en silencio.
También hay un pedido de censura a mi intervención y usted me habla de
redondear.
En esta sesión de homenaje, soy el único que está haciendo el contraste
entre lo que fue la acción de Eva Perón, con sus limitaciones, y lo que
han sido los últimos 25 años de los dos partidos políticos que, en su
oportunidad, encabezaron el Movimiento Nacional de Argentina.
Sr. Presidente (Busacca): Diputado Altamira: le solicita una interrupción el diputado Bravo. ¿Se la concede?
Sr. Altamira: Sí, señor presidente.
Sr. Presidente (Busacca): Para una interrupción, tiene la palabra el señor diputado Bravo.
Sr. Bravo: Gracias, señor presidente, y por su intermedio al diputado Altamira.
En honor a la verdad, diputado Altamira, le pediría que tratemos de
llevar esta discusión por un carril donde el nivel de la discusión sea
el más elevado posible. No digo que usted esté haciendo un discurso que
no sea elevado. Pero creo que todos tenemos historias en el pasado.
Todos los partidos políticos tienen en su haber inventarios positivos e
inventarios negativos.
Me parece que no se justifica la frustración que sufren algunos
compañeros diputados que provienen del peronismo por las cosas que usted
está diciendo, porque ninguno de ellos ha sido el responsable de
destruir las conquistas que consiguió Eva Perón durante diez años en la
Argentina. Me parece que, en este sentido, es gratuita la agresión,
porque todos nos hacemos cargo de los inventarios que tenemos, con sus
pro y sus contras. Todos tratamos de reflexionar de la mejor manera
posible de acuerdo a su ideología y respetando al otro. Siempre escucho
con mucha atención cada una de sus reflexiones, pero en esta
oportunidad, diputado Altamira, estamos sufriendo una agresión gratuita.
En estos momentos, estamos reivindicando un proceso de la historia
argentina que es importantísimo. Después se puede debatir profundamente
cuáles han sido las consecuencias de las consecuencias de ese proceso
histórico de la Argentina, pero ahora estamos reivindicando un hecho de
la Argentina que es la muerte de Eva Perón. Creo que todos nos tenemos
que hacer cargo de las circunstancias.
No quiero acusar a nadie. La izquierda en la Argentina es un movimiento
importantísimo, necesario y transformador de la realidad argentina, y
quiero que siga siendo así. Muchas veces se vinculan partidos de la
izquierda que no tienen nada que ver entre sí y que ni siquiera piensan
de la misma manera respecto de cómo enfrentar la crisis, y se vinculan, y
nadie los acusa con el dedo diciéndoles que uno va para un lado y otro
va para el otro lado. Reivindico la alianza de la izquierda y reivindico
la política de la izquierda en la medida que tenga un contenido.
Ustedes siempre tratan de tener un contenido, y eso es lo que
reivindicamos y nadie los agrede. Le pediría, diputado, que no nos
agreda porque en el partido que usted abreva y su ideología, muchas
veces vincula política con otros partidos que han tenido que ver para
destruir la ideología de la que usted habla.
Muchas gracias.
Sr. Presidente (Busacca): Continúa en el uso de la palabra el diputado Altamira.
Sr. Altamira: Señor presidente: me parece conveniente no otorgar más interrupciones.
Es muy claro que no he efectuado ninguna agresión. La "agresión" y la
vivacidad de la reacción ante la supuesta agresión, es por la "agresión"
de la historia. En definitiva, ¿a quién le puede importar un exabrupto
de mi parte? Los afecta la "agresión" de la historia: las ART, las AFJP,
los desocupados, etcétera, que están en vivo contraste con lo que fue
Eva Perón. Esa es la "agresión".
Le quiero decir por su intermedio al diputado Bravo que, cuando en este
recinto se hizo el homenaje a Salvador Allende - puede buscarse en los
diarios de sesiones - mi posición también fue crítica a ese proceso
histórico. No ha variado mi actitud crítica.
Lo esencial es que todas estas limitaciones del movimiento peronista,
que ya señalé, a partir de su período progresista, de su período de
grandes conquistas, son las que llevan ahora a su enorme decadencia y a
su entrega a intereses foráneos, porque no fui yo el que invitó a los
cuatro banqueros "notables".
No es esta parte del recinto la que es complaciente con la Banca
Morgan, con las AFJP y con la renegociación de la deuda externa de la
Ciudad.
Entonces, cómo explicar - si no es con estas limitaciones del
movimiento nacional de América Latina - que, en su inmensa mayoría, hoy
seamos serviles del imperialismo yanqui.
En Bolivia acaba de ganar - está a punto de ser votado por el Congreso -
un representante del Movimiento Nacionalista Revolucionario que en 1952
nacionalizó las minas y que, en 1953, hizo la reforma agraria. Hoy,
este hombre no sabe hablar castellano. Habla castellano con acento
norteamericano y ha entregado toda la riqueza de su país. Y eso vale
para todo el movimiento. Vale también para Brasil. Vale para la
coalición de socialistas democristianos en Chile que, en la época de
Allende, hablaba de la reforma agraria y hoy es presentada por el Fondo
Monetario Internacional como su mejor alumna.
Estamos tratando de explicar por qué un movimiento que debuta con la
combatividad de Eva Perón, que debuta con toda la fuerza del movimiento
peronista, hoy aparece renegando íntegramente de sus ideales esenciales.
Y esto es por sus limitaciones clasistas, por su carácter burgués y por
su contenido capitalista.
Y, como América Latina hoy vive una circunstancia histórica, quiero
sacar como conclusión de esta reflexión la necesidad de refundar un
movimiento nacional bajo la dirección de la clase obrera, como lo
demuestran los piqueteros. Y lo digo una vez más, incluso desafiante,
frente al desborde de algunos diputados:
Se han perdido la oportunidad de limitarse a un minuto de silencio.
Finalmente, los bloques de la Alianza y del PJ dejaron la sesión
sin quórum, impidiendo concluir el homenaje a Eva Perón, con el voto a
una moción que declara al 26 de julio "Día de la Dignidad Nacional".
Publicado en Prensa Obrera #765 el 01/08/2002.
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