En la sesión de ayer, la Legislatura de la Ciudad aprobó una declaración
de los diputados del kirchnerismo y del PRO saludando las gestiones
oficiales y de opositores en pos de un arreglo de deuda con los fondos
buitres, y a favor de continuar con el pago del conjunto de la deuda
externa. Además del consenso en torno del contenido de la declaración,
el kirchnerismo y el macrismo se complotaron para una votación “sin
discursos”, impidiendo un debate sobre la cuestión.
Marcelo Ramal,
diputado del Frente de Izquierda, señaló: “es notable ver cómo el
kirchnerismo y la derecha votan juntos el reconocimiento de esta deuda
ya varias veces pagada, y que conducirá a nuevas confiscaciones contra
el pueblo argentino. Ramal agregó: “ustedes (el PRO y los K) han
consensuado una declaración tan servil, que ni siquiera condena el fallo
colonial de la Corte americana contra el país. Para evitar un bochorno
mayor, resolvieron hacerlo sigilosamente, es decir, impidiendo que los
bloques expresen su posición”.
EL diputado del Frente de Izquierda propuso una declaración alternativa, con el siguiente texto:
La Legislatura repudia el fallo colonial de la Corte de los Estados
Unidos contra Argentina, que pretende resarcir a los fondos que no
adhirieron a los canjes de deuda así como disponer embargos contra el
patrimonio nacional en el exterior. Asimismo, rechazamos la decisión
oficial –y de la oposición tradicional- de asumir el pago de esta nueva
hipoteca contra el país, con los mismos principios abusivos de los
arreglos concretados con Repsol, el Club de París el CIADI y los canjes
de 2005-2010, para reconocer una deuda que constituye una mera
capitalización de intereses, o sea, que reviste un carácter usurario.
Reclamamos la inmediata suspensión del pago de toda la deuda externa y
una auditoría integral a cargo del Congreso y de la justicia. Que el
pueblo! decida, a través de un referéndum, qué hacer con una hipoteca
cuyo pago conducirá a una nueva devaluación y a una confiscación en
regla contra trabajadores, jubilados y contribuyentes. En momentos en
que la deuda internacional supera los 1.000 billones de dólares y está
conduciendo a los pueblos del planeta a una verdadera catástrofe social,
propugnamos la convocatoria a una acción internacional de movilización
por el repudio de las deudas usurarias. Integramos la cuestión del
repudio de la deuda a la perspectiva y la lucha por un gobierno de
trabajadores, que dispondrá del ahorro nacional, no para su dilapidación
a manos de los usureros internacionales, como ocurre ahora, sino para
la reindustrialización del país y la reorganización de su economía sobre nuevas bases sociales.
FUNDAMENTOS
El fallo de la Corte de los Estados Unidos sobre la deuda argentina con los llamados “fondos buitre” es un atropello en regla contra el país. Además de respaldar a los fondos especulativos que compraron deuda a precios de remate, habilita a la posibilidad de embargos contra el país en el exterior. La deuda con los fondos que no se adhirieron al canje, pero también la de estos últimos, es un caso flagrante de usura internacional: durante cuarenta años, y a pesar de haber sido pagada varias veces, ésta continuó creciendo como resultado de la mera capitalización de intereses. Quienes gobernaron en todos estos años han reconocido, como hilo conductor, el reconocimiento de esta losa sobre la economía nacional, que se ha pagado a costa de las condiciones de vida del pueblo argentino.
El kirchnerismo no ha constituído una excepción: por un lado, rescató a
la deuda que había caído en defol en la bancarrota de 2001. En los
sucesivos canjes de deuda, la ´quita´ aplicada a los acreedores terminó
compensada por la cláusula que los premia con el crecimiento del PBI. En
consecuencia, los bonistas –que adquirieron esos títulos a precios de
remate- triplicaron o cuadruplicaron su inversión inicial. Para cumplir
con esta deuda y pagarle al FMI, el gobierno destinó 40.000 millones de
dólares de las reservas del Banco Central. Además, endeudó también al
ANSES y al Banco Nación para resarcir a los acreedores internacionales.
La consecuencia de esta política de “pago serial” de la deuda, como la
definió la Presidenta, ha sido la liquidación del pátrimonio del Banco
Central, la inflación creciente y la dilapidación del ahorro nacional.
Este cuadro se ha agravado con el resarcimiento a Repsol, a pesar de
haberse comprobado su tarea de destrucción de YPF; del Club de París,
por una deuda contraída mayormente con la dictadura militar, y con las
privatizadas que litigaron en el CIADI. Al cabo de este derrotero, la
deuda argentina roza los 300.000 millones de dólares. Pero si se suma la
llamada deuda ´intraestado´, esa cifra alcanza los 400.000 millones, el
85% del producto bruto interno. La política de reconocimiento de la
deuda usuraria –que todos los bloques políticos han refrendado con su
reciente viaje a Nueva York- conducirá a una nueva bancarrota nacional,
que pagarán trabajadores, jubilados y contribuyentes. En consecuencia,
proponemos esta declaración, en rechazo de este fallo colonial y de la
intención de todo el arco político de los partidos del régimen por
acatarlo; por el desconocimiento y la investigación integral de la deuda
usuraria y por un referéndum, para que el pueblo decida el destino de
esta hipoteca sobre el país y sus trabajadores.
Fuente: http://po.org.ar/sitio/comunicados/ver/marcelo-ramal-el-pro-y-los-k-votan-juntos-y-en-silencio-por-el-pago-de-la-deuda-usuraria#.U6RGqqJ8zJQ
Fuente: http://po.org.ar/sitio/comunicados/ver/marcelo-ramal-el-pro-y-los-k-votan-juntos-y-en-silencio-por-el-pago-de-la-deuda-usuraria#.U6RGqqJ8zJQ
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